domingo, 27 de enero de 2013

“La intervención educativa. Un campo emergente en México”


Negrete, Teresa de Jesús Arteaga (2010). Revista de Educación y Desarrollo.


Para que este documento fuera posible, se investigaron 190 fuentes en la red que enlazan con proyectos, experiencias y el uso de la noción sobre intervención educativa tomando en cuenta que lo que está en la red, es de alguna manera, lo más actual y la información más destacada que circula en la época.

En este artículo se hizo un análisis sobre la estructura de la intervención educativa mostrando sus prácticas, los lugares donde se lleva  acabo y sus actividades comunes.

Lo educativo en realidad permea en toda la sociedad, muchas de las actividades realizadas fuera de un aula son educativas lo que hace que sean variadas las formas en las que se involucran los individuos con un objeto de estudio en el ámbito sexual, por ejemplo, en el sector salud, sobre el medio ambiente, la inclusión social, las necesidades educativas especiales, la calidad de vida, etc. 

Se debe dar un descentramiento escolar, el cual se manifiesta a través de:
  • Otros espacios
  • Diversos métodos de abordar el quehacer educativo
  • La tarea educativa como medio
  • Temas educativos imprevistos que incluyen problemas múltiples   
Se ha visto que la educación no formal es la que se ha visto más beneficiada por estos cambios en la educación. 

Según Michael Certau (2009), el espacio es un lugar practicado, donde la práctica educativa  es pues un campo aún bastante libre de aportación. Aparece un mayor número de instituciones públicas relacionadas al tema, sin embargo, el tema es bastante pobre en las instituciones privadas aun cuando están articuladas con el gobierno. La SEP no registra directamente involucrarse con la intervención educativa, son las universidades públicas, organizaciones civiles y los centros de salud los que presentan mayor relación con los cambios al tradicionalismo educativo. Lo educativo, entrecruzado con temas no pertenecientes a lo escolar, es introducido como un medio de mejora en diversos sectores, lo que da cuenta de la diseminación práctica.
Lo problemas que se abordan se dividieron en tres grupos: salud, inclusión social, formación y actualización de profesionales de la educación para la intervención educativa.


La intervención educativa se ha aplicado en la mejora de la inclusión social, en el desarrollo social, en la salud, en la capacitación para el desarrollo. Según los datos estadísticos arrojados del conteo de páginas que hablan sobre intervención educativa, el sector salud es el que finalmente se ha favorecido más en este rubro con un 43% de la muestra, la Formación y la Actualización con un 41% y la Inclusión social con un 16%.

Para el sector salud se ha observado que el conocimiento de lo empírico tiene mayor apertura por el lado no formal al menos en el rubro del diagnóstico e instrumentación de tratamientos para la mejora, esto se debe en gran medida, a la influencia de la interdisciplinariedad tan fuerte fuera del área académica. Este tipo de prácticas genera nuevos cambios en los intersticios de lo ya conocido. “La palabra clínica remite a dos cosas: por un lado, una escucha particular de lo que siente un sujeto y en segundo lugar la posibilidad de teorizar de manera suficiente a partir de lo que se conoce y lo que se comprende de los sujetos…” [Filloux, 2004:19].

Se ha reconocido una emergencia de reunir de algún modo las  empiricidades menores dándoles crédito para poder ser implementadas sin menoscabo, que se han degradado por que no forman parte de la enseñanza formal en México. La uniformidad nos ha permitido desarrollarnos de manera hasta cierto punto más ordenada, sin embargo, se hace necesario incluir en algún modo los conocimientos adquiridos con la práctica en el legado aprobado del conocimiento para darles su justa importancia.  

María Antonia del Carmen Pérez Luna

“El sentido del docente y sus consecuencias en la educación”



Rugarcía, Armando Torres (1996). El sentido docente y sus consecuencias en la educación en Educar en valores. Universidad Iberoamericana G.C. Puebla, México pp 51-71.


Al intentar mejorar el modo de enseñar, los maestros se encuentran con un sinfín de consejos y formas creativas de desarrollar sus temas gracias a la investigación que diversos pedagogos se han tomado tiempo para elaborar de manera académica. Sin embargo, cuando algún profesor desea llevar a la práctica alguna de estas ideas tan maravillosas, se topa con “algunas cuantas” barreras que parecieran infranqueables, no pudiendo llegar a si quiera implementar un piloto de dicho modelo. Tales barreras infranqueables se argumenta que pueden ser los planes y programas de estudio establecidos por la SEP, la poca profundización de cada tema abordado, las falta de diferentes estrategias de enseñanza acorde con las formas distintas de aprender, la apatía de la mayoría de los alumnos ante los temas de estudio, los grupos numerosos, etc… Esto conlleva a un replanteamiento de los fundamentos que sustentan la labor educativa por parte de los docentes revisando el enfoque pedagógico que está detrás de la acción educativa.

Enfoques pedagógicos

Por enfoque pedagógico se entiende la razón de ser de la labor docente. La problemática puede situarse dentro de tres enfoques pedagógicos: centrado en la materia enseñada, en el alumno y en lo social.

Dentro del primer enfoque se puede resaltar como deplorable la función de los premios y castigos tratados de fin y no de medio para lograr el aprendizaje. El estudiante de este modo actúa como un saco vacío, que en vez de ser llenado de conocimiento funcional y positivo, se encuentra vulnerable ante el desconocimiento del por qué, incluso, de su propio quehacer.

El segundo enfoque requiere de un compromiso entre educador y alumno para poder ser evaluado sin arbitrariedades. El estudiante debe comprometerse consigo mismo a trabajar y desear aprender tanto como el maestro puede enseñarle.

Para el tercer enfoque, el profesor debe estar consiente de cuáles son los aspectos socio-político-económicos que atraviesa el estudiante mientras desarrolla su investigación, debe también integrar teoría y práctica y en un sentido general, debe tener herramientas para darle un sentido y propósito a su carrera en medio de la sociedad.

Para lo anterior, el estudiante desarrolla el compromiso de servicio a una sociedad mientras crece como individuo. Cuando hay una dicotomía entre medio y vida estudiantil se vive en una profunda desvinculación evitando la acción transformadora. Se debe buscar la integración entre la vida y la escuela. El ser humano puede verse como un agente activo que es capaz de dialogar con la sociedad y capaz de transformarla mediante nuevas ideas. Entre más integralmente formado esté el estudiante será un mejor trabajador. 

Para acrecentar el conocimiento práctico del alumno, es bueno dejarlo hacer mucho mientras aprende en el aula, hay que enseñar a investigar.

María Antonia del Carmen Pérez Luna



“Educar para vivir, vivir para educar”


Rugarcía,Armando Torres (1996). Educar en valores. Universidad Iberoamericana G.C. Puebla, México pp 11-23.


Este texto describe la importancia que tiene la educación para aquel que va a aprender como para aquel que enseña. Como primer punto se relaciona directamente a la enseñanza con el amor, se dice que es todo un proceso causad por el amor a los demás seres humanos a los que se les espera enseñar, es toda una revolución amorosa que a través de la libre decisión construye la humanización de todos los hombres.

No obstante, aunque se sepa que la fuente de la educación es el amor, la educación contemporánea se sigue inclinando ante el utilitarismo olvidando que a quien se educa es a un ser humano y no a un ser que solo sirve para ser eficiente. Ante este panorama los educadores deben centrarse en la formación de valores. Una de las claves está en volverse al concepto primero del por qué se educa. La respuesta está en que se educa para vivir, y la mejor forma es hacerlo en valores. Para poder fomentar este tipo de educación se requiere aumentar la confianza y formar seres humanos capaces de decidir adecuadamente por sí mismos.

Un valor “es aquello a lo que vale la pena dedicarle la vida” dice Rugarcía. Los valores se descubren con el intelecto, se siente con el corazón y se viven con todo el ser, debiendo ser los docentes los primeros transformados.

El educar es un servicio a los demás de mucha trascendencia y bastante delicado. Al involucrar valores inmediatamente vuelve el oficio incómodo ya que requiere de un comportamiento impecable, lo cual es un acto  cercano a imposible para cualquier ser humano, sin embargo, el ser humano lo interpretará como un proceso en el que ha de andar a lo largo de su vida. 

El ser y quehacer de la educación no debe esta distorsionado por ideologías ni retoques sino debe ser tomado en su forma más pura, que es el amor de humanos a humanos.

María Antonia del Carmen Pérez Luna

sábado, 12 de enero de 2013

Bienvenido a este Blog. En el encontrarás información relativa a la Educación. Espero que te sirva de mucho.