viernes, 23 de mayo de 2014

Ethica cordis. Adela Cortina. Universidad de Valencia.

Se planeta la existencia de dos procedimentalismos, el procedimentalismo utilitarista y el dialógico. El primero, con un egoísmo encubierto, promueve el mayor bien del mayor número. Ello en apariencia es sano para llegar a acuerdos comunes y a rápidas soluciones, sin embargo, deja fuera a los sectores minoritarios, excluyéndolos y distribuyendo la utilidad desigualmente. Por su parte, el segundo tipo de procedimentalismo supone como interlocutores reales a todos aquellos de competencia comunicativa, sin excluir a algún sector.

Es necesario que la ética del discurso de Apel y Habermas sea reconstruida ya que, tan pronto fue aplicada, se descubrieron limitantes. Por esa razón sería valioso añadir una fisonomía de ethica cordis, la de una ética de la razón cordial. Es necesario incluir en la ética del discurso la posición de seres compasivos y que merecen compasión, ya que ello es un motor que impulsa la búsqueda de argumentos para edificar una realidad social merecida por los humanos.

Adela Cortina hace un juego de palabras bastante significativo y alentador donde ligatio, se relaciona a ob-liga, y a su vez a ob-ligatio (Cortina, 2003 y 2007). Es necesario que los seres humanos reconozcamos que el vínculo entre los pueblos ya existe de algún modo, pero que hay que exaltarlo, madurarlo y protegerlo de rupturas. Se debe reconocer que ya existen vínculos pero que están descuidados y que es necesario verlos no como medios para obtener ganancias, sino como formas de crecimiento mutuas, hasta medios de apoyo para atender las necesidades de otros.

Se determina que, a través de la ética del discurso, todo ser capaz de establecer un vínculo comunicativo es un interlocutor válido y para con el cual se tienen determinados deberes, no impuestos por alguien ajeno a uno mismo, sino dispuestos por la propia naturaleza del ser del que se trata. Son pues, las aportaciones de estos individuos, trascendentes para llevarse a cabo cualquier acción, sin menoscabar sus ideas o contribuciones.


Sin bien requiere un gran esfuerzo hacer que los pequeños sectores logren contribuir cada vez más simétricamente en las decisiones que suelen tomar los grupos mayoritarios, es importante que éstos últimos tomen el puesto de defensores de los derechos de expresión de aquellos que no suelen ser escuchados por ser pocos. Ello, hace referencia entonces, no sólo a una ética procedimental, sino a una ética e corresponsabilidad y del compromiso para que el vulnerable posea poder de decisión y sea posible un diálogo justo. 

jueves, 22 de mayo de 2014

La Ética de la Investigación Educativa. Buendía y Berrocal, (s/a).

¿Qué es la ética?
Es la parte de la Filosofía que trata de la moral y de las obligaciones del hombre. Se Encarga del estudio de conductas morales. Según Hidalgo (1994), la ética son “todas las normas y prácticas morales que en el mundo han sido desde los tiempos prehistóricos hasta nuestros días».

¿Por qué la investigación debe ser un acto ético?
Porque un acto ético es el que se ejerce responsablemente, evitando el perjuicio a personas.

¿Códigos o códigos deontológicos en investigación educativa?
Según la Real Academia Española, la deontología es la ciencia o tratado de los deberes. Cuando la investigación se encamina al entendimiento de las realidades globales y holísticas, se deben plantear diferentes códigos deontológicos, en función del tipo de investigación que se realiza. Aspectos como el respeto mutuo, la solidaridad, la dignidad de las personas, la no discriminación, no incidir en desigualdades sociales, etc. son valores irrenunciables sea cual sea el modelo de investigación que se realice.

Problemas éticos en la investigación educativa
Se abordan desde hace sólo 30 años, cuando comenzó a considerarse que merecía la pena invertir en la investigación educativa. Para entender la situación actual, es conveniente diferenciar la no utilización de la investigación para fines educativos, de la incorrecta utilización que se haga de la misma. Sólo cuando se habla de incorrecta utilización de la investigación educativa se contempla la dimensión. Así, se analizan los problemas éticos respecto a los participantes en la investigación, en el desarrollo del trabajo y del propio investigador.
·         Problemas éticos respecto a los participantes
Es determinante primar el fundamento Kantiano que dice “siempre tratar a las personas como fines en sí mismos y nunca como medios”. Es necesario respetar la autonomía de los participantes.

De acuerdo con MacIntyre (1982), un daño moral se produce en una persona, cuando un curso de acción produce en esa persona una grata propensión a seguir actuando incorrectamente. Hay extensa documentación sobre investigaciones que habiendo aportado importantes beneficios para el conocimiento, han causado irrevocables daños morales. Privacidad, confidencialidad y cautela al emitir juicios deben caracterizar a las investigaciones realizadas.


·         Problemas éticos en el desarrollo del trabajo
Buendía y Berrocal adaptaron al contexto de la investigación educativa un cuadro referido a la evaluación de Christie y Alkin (1999) donde se presenta cuál sería la utilización inadecuada de las diferentes etapas del proceso de investigación, donde se entiende que los resultados obtenidos derivan en mal uso de la información, investigación no concluida, uso indebido, conscientemente, de falsos resultados.

·         Problemas éticos del propio investigador
Cuando un investigador se dedica a la investigación educativa, espera que su conocimiento pueda contribuir a la mejora de las prácticas educativas e incluso que tenga repercusiones políticas que mejoren la vida en las escuelas. Algunas veces, sin embargo, estas amplias expectativas generan fraudes en las informaciones que se difunden en base a datos falsos. Warwick (1982) realizó una taxonomía de daños ocasionados por los errores de una mala utilización de los resultados de la investigación. Las categorías fueron: a) daños a los participantes de la investigación, b) daños a los investigadores y a la profesión de la investigación, y c) daños a la sociedad en general.
Daños a otros investigadores: el plagio
El plagio es el problema ético más recurrente y el más destacable por el perjuicio que ocasiona a los propios colegas de profesión.
Existen tres tipos de plagio:
a) Copiar literalmente un trabajo de investigación de otros colegas y presentarlo como propio.
 b) Utilizar trozos de textos o citas de otros autores sin citarlo.
 c) Usar la propiedad intelectual de un autor, sin su permiso expreso.
Daños sociales: utilización de datos falsos
El investigador Patton (1997) ha enfatizado en la obligación de los evaluadores de utilizar la información obtenida de modo que estén de acuerdo los evaluados. La utilización de datos falsos se puede deber a dos razones:
 a) Para confirmar hipótesis.
 b) Para conseguir mayor reputación.
Las razones o presiones que pueden tener los investigadores para realizar tales acciones son básicamente cuatro: competencia entre investigadores, sesgo de los resultados para que continúe el financiamiento de una empresa, necesidad de publicar para conseguir un determinado grado profesional y abusos de poder para publicar en detrimento de otros que plantean resultados contrarios.
Estos problemas han llevado a las asociaciones de investigación educativa para establecer códigos éticos entre sus asociados.
Ejemplos de Códigos éticos
Los códigos éticos expresan las conductas éticas de los grupos de personas que trabajan en una misma profesión. Se centran en la consideración de valores positivos y especialmente en los daños morales asociados con diferentes tipos de actividades profesionales.
Aunque no exclusivo de la investigación educativa, el código de la American Psychological Association (APA), del año 1940, comenzó a servir de referencia para no incurrir en daño moral, proteger la confidencialidad y respetar a las personas que hayan colaborado con sus respuestas a la investigación. Posterior a ello surge el código de la AERA (1992), que además de señalar la importancia del respeto a los derechos y dignidad de los participantes en la investigación, haciendo referencia a los fraudes con los datos dice: “La investigación educativa no debe fabricar, ni falsificar, ni ser fraudulenta con los datos, evidencias, resultados o conclusiones. Los investigadores deben, además, controlar el uso para evitar propósitos fraudulentos”.


Es necesario concluir que si el investigador respeta los derechos que las personas tienen legal y moralmente reconocidos, se haría un gran avance en los aspectos éticos de la investigación.

En referencia a:
Buendía,   Leonor  y Berrocal,  Emilio (s/a). La Ética de la Investigación Educativa. Recuperado de: http://www.uhu.es/agora/version01/digital/numeros/01/01-articulos/miscelanea/buendia.PDF